Bien, concluí el otro día
anunciándoles que tenía cuatro viajes ya preparados. Ahora mismo ya son cinco y
les voy a desvelar el primero porque, siendo ya inminente, no creo que se vaya
a desbaratar por algún factor inesperado (no obstante, toco madera por si es caso, que decimos los
gallegos; just in case que dicen los angloparlantes).
Así pues, les anuncio que el próximo sábado, día 24 de mayo, espero estar a las
14.30 en el aeropuerto de Barajas, a punto de despegar con destino a París, de
donde tengo planeado regresar el martes 3 de junio. Es un viaje de diez días
que paso a explicarles. Como les conté con motivo de mi vuelta al mundo, cuando
uno viaja para visitar a algún amigo, no conviene alargar esa visita más allá
de cuatro o cinco días, porque la gente tiene su trabajo y su vida familiar y no conviene dar el coñazo. Si tienes esa cautela, todos te despiden lamentando lo rápida que ha sido tu
visita pero, si te quedases más tiempo, empezarías a ser un incordio para tu anfitrión, y más si te alojas en su casa.
Es, pues, este un viaje de dos
tramos. En el primero estaré con mis hijos Kike y Clarice, cuya casa parisina hace tiempo que
no visito y donde espero estar tan cómodo como de costumbre.
Pero, para el siguiente y último tramo, me trasladaré a casa de mi querido amigo
parisino Alain Sinou, con el que tengo programado hacer un viaje de varios días
en su coche para recorrer la región de la Borgoña, famosa por sus vinos y que
no conozco. Hace unos años, hicimos un viaje similar por Normandía,
visitando Le Havre y Rouen, aunque en aquella ocasión nos acompañaba su amigo
octogenario Lluis, que esta vez no viene. Ya les conté que Alain se jubiló hace
un año, lo que ha eliminado de mi programa anual la habitual clase en la
universidad Paris-8, en donde contaba alguna de mis batallitas a los alumnos de su
máster de Desarrollo Urbano.
Como ven, es un plan de viaje fabuloso, que me traerá de vuelta a Madrid en vísperas del concierto de Samantha Fish en el Joy Eslava, para el que les reitero mi recomendación de asistir, si quieren ver un espectáculo del más genuino rock’n roll en directo. Sam sigue su actividad incansable por los USA, en ocasiones en compañía del gordo Christone Kingfish Ingram y en otras con otros artistas amigos, como Jesse Dayton, que está actuando para ella como telonero con su nuevo grupo. Y, hace unos días, contrató a mi amiga Ghalia Volt, para que hiciera esa misma función en varios conciertos, al final de los cuales la invitaba a subir al escenario a tocar con ella y su grupo, de lo que tengo varios testimonios gráficos que les muestro. En primer lugar, un par de fotos que se hicieron ambas divas para promocionar estos eventos.
Aquí otras dos de uno de los primeros conciertos.
El mundo del espectáculo está muy
revolucionado y preocupado por la deriva autoritaria del gobierno del señor
Trump y yo también, como no podía ser menos. Pero, ya les adelanté hace unos
cuantos posts que yo no temo por el sistema económico. Escribí eso unos días
después del arancelazo, pronosticando que las grandes multinacionales, que son
las que gobiernan el mundo, no iban a dejar que este señor les destruyera el
chiringuito que tan rentable les resulta. Pues ya tienen la confirmación de mi
acierto: las Bolsas han recuperado lo perdido en esa jornada de pánico, una vez
que han comprobado que el tipo del pelo naranja va de farol. Sin embargo, lo
que es de verdad muy preocupante es el retroceso en las libertades en los USA,
la retirada de fondos para ayudas sociales, médicas y universitarias, o el
acoso callejero a los inmigrantes más o menos legales, a los que pueden detener
por la calle y desaparecerlos hasta que sus familias los encuentren en una
cárcel de El Salvador.
Estas prácticas eran propias de
las dictaduras militares de Latinoamérica, pero no se veían en los USA desde
los tiempos siniestros del macartismo. En Latinoamérica hay una desigualdad
social extrema, que resulta escandalosa. Los ricos son muy ricos y se llevan el
dinero a los bancos extranjeros. Y eso genera una tensión social que se palpa
cuando viajas por allí, como les conté en mi periplo del año pasado. Y, cuando
esa tensión social rebasa todos los límites y se arma la revolución, la clase
alta extractiva y escandalosamente rica se asusta y llama en su ayuda a los
militares para que restauren el orden. Ha sucedido así siempre. Y los militares
arreglan el asunto a su manera, la única que conocen: deteniendo, aporreando,
torturando y eliminando cruelmente a los revoltosos.
Pero no nos engañemos: Trump no
es un militar, ni un tirano cabeza de un régimen autoritario (al menos por
ahora). Trump es un magnate de los negocios y no le interesa la guerra ni la violencia
extrema. Que se sepa, no ha matado a nadie. Se le acostumbra a comparar con Hitler,
sólo porque ambos llegaron al poder por unas elecciones legítimas, en las que
capitalizaron el descontento de las clases menos informadas. Pero ahí se acaban
las similitudes. Hitler ya apuntaba maneras de asesino y genocida desde mucho
antes de llegar al poder, mientras que Trump lo que quiere es deshacer los
avances democráticos para que él y sus colegas ganen más dinero. Otra cosa es
que sea un cascarrabias y un tipo sin la paciencia necesaria para manejar los
delicados asuntos políticos que pretende resolver, como las dos principales
guerras en curso.
Pero los retrocesos en las libertades
suelen ser luego muy arduos de recuperar y los norteamericanos de bien tienen motivos
para estar muy preocupados. Como les vengo repitiendo, las elecciones de mitad
de legislatura, a celebrar a finales de 2026 van a resultar clave. Los asesores
de Trump muy pronto constatarán en los sondeos que su jefe puede perder la
mayoría en el Congreso e incluso en el Senado, por lo que tratarán por todos
los medios de desacreditarlas, boicotearlas o incluso anularlas. Y en cuanto a
lo de optar a un tercer mandato, Trump lo ha desmentido, pero su ideólogo Steve
Bannon dijo en una reciente entrevista que esperaba que el presidente lo
intentara. Habremos de estar muy atentos.
Como les decía, el mundo del
show-biz está muy preocupado y, como muestra, supongo que han visto el discurso
de Pedro Almodovar al recoger un premio en Nueva York, en el que dijo que
entrar en los USA le producía ahora un miedo similar al de ingresar en Rusia,
China o Corea del Norte. Igualmente, Robert de Niro, al que han dado en Cannes
un premio a toda su carrera, se ha mostrado demoledor en su discurso de
aceptación del galardón. Por si acaso le ponen pegas para volver a su país, De
Niro se ha ido ya a vivir a Canadá, igual que ha hecho su amigo Bruce Springsteen,
de gira por Europa como Neil Young, que también ha expresado públicamente su
miedo a que no le dejen volver a entrar en los USA. Veamos un breve clip del
discurso de Robert de Niro en Cannes.
Mucho más drástico y claro se ha mostrado Bruce Springsteen en el concierto inaugural de su gira europea en Manchester. Vean aquí un vídeo con el saludo inicial al público y dos fragmentos que intercaló entre sus canciones, y juzguen por sí mismos. Es impresionante escuchar a este hombre, un auténtico héroe del rock, que sigue en la brecha a sus 75 años. Por cierto, en este caso los subtítulos están en inglés, pero así practican ustedes un poco, que no les vendrá mal para los tiempos que vienen. ¿Cómo dicen? ¿Que prefieren que se lo traduzca? Bueeeeeeeeeno. Abajo les pongo la transcripción.
Aquí la transcripción.
¡¡¡Buenas Noches!!! Es cojonudo estar aquí en Manchester, de vuelta al Reino Unido. Bienvenidos a esta Gira de la Tierra de la Esperanza y los Sueños. La poderosa E-Street Band está aquí esta noche para invocar el poder justo del arte, de la música, del rock and roll, en tiempos peligrosos. Mi tierra, la América que amo, la América sobre la que he escrito, que ha sido un faro de libertad y esperanza durante 250 años, está actualmente en manos de una administración corrupta, incompetente y traidora. Esta noche yo invoco a todos los que creen en la democracia y en lo mejor de nuestra experiencia americana, a levantarse con nosotros, a levantar su voz contra el autoritarismo, para que resuene la libertad.
* * *
¿Cómo estáis Manchester? Okay. La última
prueba (de sonido). Las últimas pruebas sobre el poder de que el gobierno ha
fallado las tiene la gente, ustedes y yo. Es en la unidad del pueblo, alrededor
de un conjunto común de valores, donde sostendremos la democracia contra el
autoritarismo. Así que, al fin y al cabo, cada uno de nosotros contará con los
demás.
* * *
En este momento (baja el volumen Roy), hay una rara,
extraña y peligrosa mierda surgiendo por ahí ahora mismo. En América, están
persiguiendo a gente, por usar su derecho a la libre expresión, y expresar su
discrepancia. Eso está pasando ahora. En América, los más ricos se complacen abandonando
a los niños más pobres del mundo a la enfermedad y la muerte. Eso está pasando
ahora. En mi país. Encuentran un placer sádico en el daño que infligen a
trabajadores legales. Están derogando la legislación histórica de los derechos
civiles. Están dejando atrás una sociedad más justa y plural. Están abandonando
a nuestros aliados más estrechos y poniéndose al lado de dictadores que luchan
contra las libertades. Están retirando fondos a las universidades americanas
que no se doblegan a sus demandas ideológicas. Están capturando a residentes en
las calles americanas y, sin el debido proceso judicial, los están deportando a
centros de detención extranjeros y cárceles. Todo eso está sucediendo ahora.
Una mayoría de nuestros representantes electos está dejando de proteger al
pueblo americano de los abusos de un presidente no apto y un gobierno
sinvergüenza. No les preocupa ni tienen la menor idea de lo que significa ser
profundamente americano. De la América de la que yo les he cantado a ustedes
desde hace 50 años. Esta América es real y, a pesar de sus fallos, es un gran
país, con un gran pueblo. Así que
sobreviviremos a este momento. Ahora, yo tengo esperanza, porque confío en la
verdad de lo que dijo el gran escritor americano James Baldwin: en este mundo
no hay tanta humanidad como nos gustaría; pero hay suficiente. Recemos.
Impresionante. Creo que coincido
con este señor, a quien tanto admiro, hasta en la última coma. La situación es
peligrosa y hemos de estar atentos. Pero eso no quita para que mantengamos el
sentido del humor. Sin salirnos del tema que estamos comentando. Como saben, el
señor Trump ha hecho una gira por Oriente Medio para hacerle la pelota a los
regímenes fundamentalistas islámicos de Arabia Saudí y demás países del Golfo.
Y se conoce que el malvado Bin Salman, presunto inductor de la muerte y
descuartizamiento de su paisano Khashoggi, le ha puesto como condición para
hacer negocios que vaya a Siria a saludar al nuevo presidente, el ex-yihadista
rehabilitado Ahmed al Sharaa. Como les he dicho más arriba, Trump es, más que
nada, un magnate, capaz de tragar sapos y culebras con tal de mejorar sus negocios.
Así que se acercó a Damasco, y saludó al personaje, que, desde que ha dejado
atrás sus veleidades yihadistas, no se quita el traje y corbata ni para dormir.
Les pido que vean la foto del encuentro y seguimos.
La foto es cojonuda. Al
presidente de Siria no se le ve de frente, pero se le adivina ufano, feliz de
un encuentro que le puede garantizar poder y tranquilidad para mucho tiempo. ¿Y
a Trump? ¿Qué creen ustedes que le pasa? Tal vez es el esfuerzo explícito de
tragar sapos y culebras al que hemos hecho referencia arriba. Pero a alguien tan
curtido y carente de escrúpulos como él, no le tiene que resultar tan
desagradable saludar a un tipo que no es muy de su agrado; no creo que saludar
a Putin, Bukele o el propio Bin Salman sea mucho menos desagradable. Ante esta
incógnita, a mí se me ocurren por lo menos cuatro explicaciones alternativas, que
paso a describirles.
1. Es
posible que el ex-yihadista no se haya lavado debidamente para el encuentro,
recuerden que, en la cultura árabe-islámica es bastante frecuente que los
perfumes y las colonias se usen para acrecentar el olor corporal, y no para
sustituirlo. Especialmente los varones, tienen tendencia a perfumarse de esta
forma, sin ducharse primero, para atraer a la mujer a la que intentan seducir.
También les traigo a colación el caso del gitano que llevó a su mujer al hospital Doce de Octubre para que pariera y los médicos empezaron por darle una ducha completa, porque
olía que apestaba. Y (esto es rigurosamente histórico) el marido denunció al
hospital por haberle quitado a su esposa el olor a hembra (sic). Les digo todo
esto, porque la expresión de Trump es la que se suele usar cuando a uno le llega
a la nariz un olor desagradable. Es la cara que se pone para decir: ¡¡Qué
pestazo!! En esa misma línea pudiera llegar a pensarse que su oponente se
hubiera soltado un cuesco, algo que en el entorno árabe-islámico no está tan
mal visto como entre nosotros.
2. Cabe conjeturar también que Trump padezca algún desarreglo digestivo, que se haya levantado con acidez de estómago, que tenga disfuncionalidad pilórica de modo que los ácidos del estómago le suban libremente por el esófago y justo en ese momento le haya subido un reflujo repulsivo. Eso explicaría su expresión. Un tipo de casi 80 años, al que llevan de viaje de acá para allá, dándole comidas de lugares tan lejanos, cuando él no creo que se salga mucho de la hamburguesa y el hot-dog, pues puede que desarrolle una enfermedad de Crohn, un colon irritable o cualquier dolencia similar. Sin descartar unas simples hemorroides que por sí solas justificarían la mueca del sujeto. O a lo mejor es que, sencillamente, se estaba cagando.
3. Existe
también la posibilidad de que su oponente tenga la costumbre de apretar mucho
la mano al saludar, como solía hacer un compañero mío eventual de trabajo. Este
colega, que era bastante raro, te saludaba apretando la mano muchísimo, te
hacía un daño horrible y, mientras, te observaba sonriente, para regodearse con
tu reacción. Yo no echaría en saco roto esta posibilidad, que de un antiguo
yihadista puede esperarse cualquier cosa.
4. Por
último, no sería de extrañar que a Trump le haya sobrevenido una reacción
alérgica, algo realmente muy desagradable, y toco madera de nuevo, porque yo, a
mis 74, no he sido nunca alérgico a nada, pero en este tema uno no puede decir
nunca de esta agua no beberé, ni este cura no es mi padre. Mira que si tiene alergia a los yihadistas conversos... Cosas más raras se han visto.
En fin, estas son algunas de las causas posibles del rictus de Trump en la foto de marras. Dicho todo ello sin otro ánimo que el de divertir a mis queridos seguidores. Por si acaso, pido disculpas a quien haya podido molestar este disparate, que no quiero que algún aludido que se haya podido sentir ofendido en sus creencias, me mande a un equipo de albanokosovares firmemente decididos a partirme ambas piernas, por no hablar de una banda de sicarios moros que me deparen el mismo tratamiento que a Khashoggi. Y para cerrar este post en el mismo sentido humorístico, les dejo una foto reciente del señor Putin, en la que se puede comprobar que los guardianes de su seguridad han de pasar una prueba adicional de flexibilidad cervical, para no desnucarse cada vez que pase ante ellos. Sean buenos y no descuiden la vigilancia y la prudencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario